16/10/2023
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Las 5 normas para escribir tu pitch
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- Santander X Explorer
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Toda persona emprendedora sabe lo importante que es el pitch, ese discurso en el que hay que condensar lo más importante del proyecto que se presenta. Redactarlo para interiorizarlo antes de explicárselo a los interesados no es sencillo: las ideas se agolpan, llegan a mezclarse, es necesario dar una estructura y ser breve, pero a la vez contar todo lo que queremos… Don’t panic, porque nos hemos enterado de cinco sencillas normas para escribir tu pitch y te las vamos a “chivar”.
Se trata de reglas que Amazon ha enseñado a sus empleados y en realidad pueden resumirse en una: la brevedad es la clave. Echa un vistazo y aplícalas a tu pitch:
- Utiliza frases con menos de 30 palabras. Este tipo de sentencias ayuda a que quien te escuche no se pierda (y tú tampoco al decirlas). Además, dividen la información en piezas fácilmente digeribles, por lo que se asimilan mejor. Para lograrlo:
- Céntrate en una idea por frase.
- Evita las expresiones como “creo que” o “deberíamos considerar”. Eso implica una opción en la que tu interlocutor puede estar en desacuerdo. Sustitúyelas por “tenemos que”, algo que señala una postura firme.
- Elimina cualquier cosa que sea estilística; no uses tu pitch para extender tu marca personal. Ya habrá tiempo después.
- Reemplaza los adjetivos por datos. Palabras como “fantástico” o “impresionante” están muy bien para la publicidad, pero las normas para escribir un pitch dicen que es mejor ceñirse a los números, pues estos indican resultados reales y son más específicos. Por ejemplo, en lugar de decir “hemos detectado un altísimo incremento de la demanda de nuestro producto”, prueba a señalar “la demanda de nuestro producto se ha incrementado en un 40%”. ¿Ves la diferencia? De esta forma, dejas que tus interlocutores lleguen por sí mismos a la conclusión de que, efectivamente, es impresionante.
- Utiliza el test “¿Y…?”. Si quien te está escuchando no puede identificar qué quieres de él, se pondrá a pensar: “¿y…?” (es decir: “¿qué pinto yo aquí?”). Eso implica eliminar lo superfluo: tus interlocutores quieren saber quién hace qué, durante cuánto tiempo y qué resultados traerá.
- Evita la jerga, los acrónimos y las expresiones de moda. Para algunas personas, la jerga y los acrónimos son abreviaturas. Pero, ¿estás seguro de que tu audiencia los entiende, sabe de lo que hablas? Si no estás seguro de que tu público conoce los términos que utilizas, explícalos la primera vez que los menciones (más aún si hablamos de siglas que vienen de otro idioma) y luego, sigue el resto del discurso con el acrónimo.
Por ejemplo, supongamos que hablas de los KPI’s. Tendrías que articular tu pitch de forma parecida a esta: “Los KPI, las siglas en inglés de indicadores claves de rendimiento, nos indican…”.
En cuanto a las expresiones de moda, aplica lo mismo que hemos dicho en el apartado de los adjetivos. En lugar de “nuestro proyecto creará una app de última generación, dinámica y disruptiva, que revolucionará el mundo”, tu interlocutor entenderá mucho mejor algo como “vamos a lanzar una aplicación que permitirá (explicación de lo que hace)”. Está mucho más claro y dejas al oyente la libertad de juzgar lo disruptiva, dinámica y revolucionaria que es.
- Utiliza frases con una estructura sencilla: sujeto (quién o de qué estás hablando)-verbo (qué hace)-predicado (sobre quién o qué actúa). Esto tiene una doble ventaja, ya que deja las cosas claras, sin lugar a malentendidos, y además obliga a utilizar menos palabras.
¡Ya está! Todo listo para redactar tu pitch, que gracias a estas normas quedará claro, conciso y fácilmente entendible por aquellos que vayan a escucharlo. Y no hemos hablado de la ventaja que tiene para ti: será mucho más fácil aprenderte los puntos clave y podrás exponerlo de forma natural, pues la estructura estará bien fijada.
Fuente: Inc.com, desde la cuenta de X de Alex Garcia.