21/6/2023
Metodología
9 minutos de lectura
ChatGPT es aliado, no enemigo
Autores
- Santander X Explorer
Categorías
Es imposible escapar a la influencia que la inteligencia artificial (aka ChatGPT, que ha supuesto la entrada en tromba de la IA a nuestras vidas) va a tener en la educación. En Explorer trabajamos para que los riesgos que algunos prevén se conviertan en oportunidades que mejoren el proceso de aprendizaje.
¿WhatsApp es poco más que mensajes y más mensajes generadores de ruido? En Explorer lo integramos como herramienta de aprendizaje y ahora esta aplicación forma parte indisoluble del programa. ¿Las preocupaciones e inquietudes de la Generación Z son un escollo en la formación? Analizándolas, se convierten en oportunidades que nos permiten adaptarnos a las necesidades de los participantes (pertenecientes en su mayoría a dicha generación) sin perder nuestro objetivo. Ahora, la inteligencia artificial irrumpe en forma de imágenes y textos generados sin que haya un ser humano detrás y en Explorer, una vez más, abordamos las posibilidades que traerá a los procesos educativos. El universo digital está en constante evolución y no podemos ser ajenos a ella (mucho menos si, además, conseguimos que juegue a nuestro favor). Como ejemplo, pongamos el metaverso, algo que casi parece obsoleto dada la rapidez con la que se desarrollan nuevas posibilidades de AI. Cuando comenzó la primera edición de Explorer en 2023, el pasado enero, decidimos celebrar una fiesta en un espacio virtual creado para que los participantes pudieran conocerse y charlar entre ellos, además de preguntar sus dudas al equipo. Fue un completo éxito; tanto, que hemos cerrado estas 12 semanas de programa con otro evento similar, aprovechándolo para anunciar los proyectos seleccionados para el Explorer Trip. La inteligencia artificial nos servirá, estamos convencidos, para seguir añadiendo beneficios a la formación en estas primeras etapas del emprendimiento, pero antes debemos comprender los cambios que conlleva y cómo aplicarlos. Entre los más relevantes está la posibilidad de que cada participante en Explorer “personalice” el temario, adaptándolo, si así lo necesita, a un lenguaje más comprensible o accesible (si bien en las distintas ediciones del programa tenemos ejemplos de éxito que han llevado adelante su proyecto sin necesidad de estas ayudas). Nosotros podremos identificar rápidamente qué áreas son las más complicadas y dar respuesta de forma eficaz con una estrategia que mantenga la motivación en esos momentos. Si muchos participantes fallan en el mismo entregable, en la misma tarea, la inteligencia artificial puede identificar qué conceptos o información específica no están entendiendo y eso nos dará la oportunidad de replicar con mejoras en los materiales o en el método. Es sólo uno de los cinco “Potenciales beneficios de la IA en la educación” que señala Matthew Lynch. Tomamos nota de los otros cuatro.
- Individualización: los sistemas de IA se adaptan de forma sencilla a las necesidades de aprendizaje de cada persona y pueden establecer una guía basada en sus debilidades y fortalezas.
- Tutorías: la inteligencia artificial puede calibrar el estilo de aprendizaje y los conocimientos preexistentes de cada uno para dar apoyo y directrices personalizadas.
- Notas: no hablamos de corregir test, sino de recopilar datos sobre la actuación de cada persona e, incluso, puntuar trabajos que exijan redacción (algunos profesores de secundaria ya utilizan ChatGPT para eso). Aquí es necesario destacar que, como indicamos cuando hablamos sobre la validación, en Explorer creemos que la puntuación de tareas puede ser incluso contraproducente en etapas tan tempranas del emprendimiento. Pero nutrir esa inteligencia artificial con las aportaciones de la comunidad y emplearla para dar cierto feedback asíncrono puede ser una vía interesante que nos lleva directamente al cuarto punto.
- Comentarios: aquellos participantes que se sientan más incómodos “pidiendo opinión al resto por temor a las críticas pueden empezar por la IA, cometiendo los errores necesarios para aprender y recibiendo el feedback necesario para mejorar”. El entrecomillado son palabras textuales de Lynch y, de nuevo, precisamos: en Explorer abogamos por el aprendizaje entre pares y por la equivocación como parte del camino emprendedor. ¿Puede la inteligencia artificial dar apoyo y ánimo igual que lo haría alguien que está pasando por los mismos procesos de formación y siente similares frustraciones e ilusiones? Creemos que la comunidad y la comunicación entre esta es insustituible. Pero es innegable que ChatGPT, por nombrar el bot en el que todos pensamos, puede usarse para moderar esos grupos y hacer sugerencias u ofrecer una visión quizá no contemplada hasta ese momento.
¿Y si los participantes piden a ChatGPT que haga todo el trabajo?
Seamos honestos: si esa posibilidad se nos ha ocurrido a nosotros, es evidente que a los Explorers también. Y que lo hayan hecho. Y hasta que les haya salido bien. Entonces, ¿debemos prohibir ChatGPT para que realicen los entregables (como si nunca hubieran existido métodos para “facilitar la tarea”, nunca mejor dicho)? En nuestra opinión, no. Una vez más, la integración es la clave: algunos institutos estadounidenses han hecho la prueba, pidiendo a sus alumnos que utilicen esta herramienta para buscar las líneas maestras de un trabajo que después deben desarrollar. El resultado ha sido esperanzador, pues los estudiantes han demostrado entender mejor la materia: pensar con atención cuáles debían ser los argumentos y hacer una revisión de lo obtenido si no se ajustaba a lo que querían los ha hecho comprender en profundidad aquello que estaban tratando. En el emprendimiento, el resultado es el mismo; cualquier método que obligue a una persona a concentrarse en lo que hace y a buscar distintos puntos de vista llevará a una mejora del aprendizaje… siempre, por supuesto, que sepan discernirse las informaciones válidas de las que no lo son: recordemos que ChatGPT no es infalible y no siempre da respuestas correctas, pues también se alimenta de datos erróneos, con sesgos o poco exactos. Pero incluso esto juega a nuestro favor, puesto que nos da la posibilidad de enseñar a los Explorers a investigar y a diferenciar lo que es cierto o las informaciones sesgadas de las que no. Y lo más importante: la confirmación definitiva de que los pasos que han dado han sido los correctos será la validación de su idea en el mercado real, algo a lo que desde Explorer les animamos e insistimos durante todo el programa. Como explicamos aquí, es el mejor feedback que pueden tener. Eso por no hablar de las posibilidades que abre en cuanto a los proyectos en sí. Estamos convencidos de que no pocos emprendedores aplicarán la IA a sus ideas: la mejora de la calidad de la educación apunta directamente a la consecución del ODS 4, uno de los 17 objetivos de desarrollo sostenible en los que deben enmarcarse los proyectos que se presentan a Explorer. Cómo se utilizará para que cierre la brecha tecnológica va a ser un reto interesante y nosotros formamos parte de él. * Este post ha sido escrito sin la ayuda de ChatGPT o cualquier otro tipo de AI 🙂. Fuentes: https://acerforeducation.acer.com/education-trends/education-technology/how-artificial-intelligence-can-impact-on-the-schools-of-tomorrow/ https://es.unesco.org/themes/tic-educacion/inteligencia-artificial https://onlinedegrees.sandiego.edu/artificial-intelligence-education/ https://www.nytimes.com/2023/01/12/technology/chatgpt-schools-teachers.html Imagen de Mohamed Nohassi en Unsplash.